domingo, 27 de julio de 2014

8. La cita.

Melanie llegó a la hora justa. Siempre odió llegar tarde y que la hicieran esperar. Después de quince minutos esperando con ese frío, por fin llegó Amanda.



Amanda: -Hola.
Melanie: -Hola. ¿Vamos a algún bar? Hace frío para hacer un picnic.
Amanda: -Por mi bien, pero a las 8.30 me voy.
Melanie: -No voy a tardar tanto.



Después de caminar un rato, entraron a un bar de la zona y se sentaron a charlar. Amanda se pidió una cola, y Melanie un zumo.



Amanda: -Vaya, qué sana.
Melanie: -No te he hecho venir por mi salud.
Amanda: -Dime qué quieres, acabemos rápido que tengo cosas que hacer.



Melanie: -Sé que no debo entrometerme en esto, que las cosas de pareja son de la pareja y nadie más, pero es mi hermano, ¿cómo has podido dedicarte a ligar con otros estando con él?
Amanda: -Ah, que te lo ha contado. En fin... vamos a ver, tengo amigos. Hablo con ellos, es normal.
Melanie: -¿Y por qué piensa George que ligas con ellos? Algo harías o algo le dirían.



Amanda: -Es muy sencillo: tu hermano es un celoso. Yo no pienso dejar de tener amigos por su culpa, si no le parece bien que los tenga, pues mejor terminar con la relación.
Melanie: -No he venido a escuchar esto, simplemente quiero que dejes de hacerle daño, no quiero verlo mal. Sal de su vida si no quieres estar con él, será mejor para todos, ¿no crees?
Amanda: -Tú no me dices lo que tengo que hacer. No tengo nada en contra tuya ni de George, pero Melanie, no te metas en estas cosas, no son asunto tuyo. Me voy, me esperan en casa. – dejó un par de monedas en la barra y se fue. Melanie remoloneó un poco con su zumo, pero al final se aburrió, pagó y se fue a casa.



Al llegar, como siempre, estaban ya reunidos en el comedor esperando para cenar. Todos estaban pensando en sus cosas o cansados, por lo que no hubo charla durante la cena. Al acabar, George se fue a su habitación y Melanie le siguió. Esta vez, antes de entrar, llamó a la puerta.





George: -¡Pasa!
Melanie: -Soy yo.
George: -Ey, qué pasa.
Melanie: -Bueno, vengo a contarte lo que he hecho esta tarde.
George: -¿Por?
Melanie: -He quedado con Amanda.
George: -¿Que qué?



Melanie: -Lo siento si te ha molestado, pero no he podido soportar verte así de mal, y he hablado con ella. Aunque no he sacado nada en claro, simplemente me ha mandado a meterme en mis asuntos.
George: -No debiste hacerlo. Déjame sólo, no tengo ganas ni de enfadarme por esto.
Melanie: -Lo siento. – George se limitó a encender el ordenador y darle la espalda a su hermana.



*

Pasaron los días, y llegó el fin de semana. Prue y Melanie habían quedado para ver una película en casa. A las siete de la tarde, Prue ya estaba llamando a la puerta principal.

Melanie: -¡Tan puntual como siempre!
Prue: -Eso intento. ¿Qué quieres ver?
Melanie: -Pues lo primero que salga en estrenos, ¿te parece?
Prue: -Hmmm... vale. Espero que no sea nada de miedo.
Melanie: -No sé, vamos a mi habitación a ver qué nos sale.




Cuando cargaron la página en cuestión, la primera película que les salió fue El exorcismo de Emily Rose.

Prue: -¡Maldita sea! A ver quién duerme esta noche...
Melanie: -Ay que miedica eres... ¡si es una película!
Prue: -Vale, pero te hace pensar. Aiss... – cuando estaban apagando el ordenador para ir a la cocina a hacer palomitas, llamaron a la puerta principal otra vez.



Melanie: -¡Tan taaaaaan! Seguro que es un fantasma que viene a por nosotros, ¡escondámonos bajo las sábanas de mi cama!
Prue: -Mel no seas así. Ve a ver quién es.
Melanie: -Yo no espero a nadie, a lo mejor es para George. – cuando terminó de decir esa frase, se precipitó a ir a la entrada, pero al salir de la habitación vio que ya estaba George allí.



George: -Ey tíos, no sabía que veníais.
Stephan: -Mike quería venir a verte, dice que ya no estás con Amanda. ¿No has podido evitar espantarla?
George: -Já, já, muy gracioso Steph, me parto contigo.
Mike: -A lo mejor ella te ha espantado a ti, ¿te ha dicho que te quiere?
George: -Nah, simplemente no iba bien. – se dio a vuelta y vio a Melanie.



Melanie: -Hola chicos.
Stephan y Mike: -¡Hola! – Prue puso los ojos en blanco y se quedó mirando a Melanie.
Melanie: -Esto... – se le cayó el dvd de la mano de los nervios, lo cogió y siguió hablando – vamos a ver una de miedo, ¿os apuntáis?
Prue: -Habrá palomitas y todo.
George: -Esta será mi venganza, como la peli sea mala te torturaré Melanie.
Melanie: -Es buena, seguro.

*

Cuando ya estaban todos delante de la televisión, pusieron la peli. Cada uno se lo tomó a su manera. Melanie no podía evitar mirar a Mike. Stephan, Mike y George veían la película concentrados y Prue estaba atenta a Melanie y Mike. Prue prefería cotillear las miradas que se echaban Mike y Melanie antes que ver en la pantalla a esa mujer poseída de la película, así que no se enteró del todo de la película.



Después de dos horas, la película acabó y todos empezaron a hablar. Stephan propuso pedir una pizza y todos accedieron felices. Ese día la pizza tardó en llegar por que había nevado bastante, pero después de esperar un buen rato por fin pudieron comer.

George: -Buf, creo que la espera ha aumentado mi apetito.
Stephan: -Aburridos, si no hubiese propuesto yo la pizza estaríamos todos muriendo de hambre pero nadie habría dicho nada.
George: -No te eches tantos halagos hombre. – y todos rieron.



Un rato después, cuando ya estaban todos llenos, Prue dijo que se iba.

Melanie: -No seas aguafiestas, lo estamos pasando bien.
Prue: -Quiero llegar temprano a casa, más tarde hará frío.
George: -Tía, nunca te conoceremos, entre películas y las comidas, no hablas nada.
Melanie: -No le digas eso George, que la espantas.
Mike: -¡Jajaja como con Amanda! – se hizo un silencio y George se fue a su habitación.



Stephan: -Te has lucido Mike. A ver quién le quita ahora el cabreo.
Melanie: -Creedme, será mejor dejarle por hoy.

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