domingo, 27 de julio de 2014

22. Rubia perfecta.

Secretaria: -Despacho de Duncan, al habla April.
Voz: -Soy Ana, póngame con el señor Duncan por favor.
April: -Claro, el señor estaba esperando su llamada.
Duncan: -Dime.
Ana: -Llamo para confirmar que está todo en orden.
Duncan: -Bueno, como ya acordamos, a partir de ahora iremos cada uno por nuestro lado, ¿no?
Ana: -Sí. Gracias por el nuevo trabajo en el ayuntamiento.
Duncan: -Aunque no lo creas me preocupo por los dos, pero es mejor no seguir en contacto. Si pasa algo llama a la secretaria. Adiós.



Ana: -Adiós. - se escucha a Duncan colgar - ...te echo de menos.



***

Mike y Melanie están en el piso nuevo de Mike. Duermen abrazados. A Melanie le suena el despertador del móvil.



Melanie: -Oh joder... aún tengo la alarma para ir a clase, jaja, vaya ironía...
Mike: -Apaga eso y ven.
Melanie: -No me tengo que levantar a las siete... pero hoy tengo algunas entrevistas de trabajo.
Mike: -Son a las diez, tenemos tiempo de sobra para esto... - tiró de Melanie y se colocó sobre ella.



A las nueve y media, Melanie salía de la ducha. Aún no había pensado qué llevaría a la entrevista de trabajo. Era para trabajar en una editorial, así que debía ir formal, pero no demasiado, al fin y al cabo iba a ser la fotógrafa... después de quince minutos, dio con la ropa adecuada. Se peinó un poco, haciéndose una trenza, y se dio el visto bueno a sí misma. "Bien Melanie, seamos serias..."



La primera entrevista fue algo rara, era para el periódico local, y consitía en estar atenta a los pocos famosos que vivían en la ciudad. Melanie, educadamente, rechazó la oferta. No quería que su primer trabajo consistiera en seguir a gente en el transcurso de su vida privada, debía ser horrible.

La segunda entrevista era para colaborar en el periódico escolar, tenía que enseñar técnicas de fotografía a los alumnos que formaban el periódico y ayudarles a manejar una cámara profesional. De aquella entrevista salió contenta, si al final la llamaban para contratarla, sería una buena experiencia.

La tercera y última entrevista, era en unas oficinas enormes que había en el centro. Le entrevistó una mujer muy seria y arreglada. Le explicaron que sería la encargada de hacer, escoger y buscar las fotografías adecuadas para la publicación de una revista de sucesos semanales. Éste puesto le pareció mucho más atractivo y profesional que el del colegio, pero tampoco podía ponerse exigente con el trabajo.

Cuando terminó sus entrevistas, al medio día, Mike la llamó y la invitó a comer en su apartamento. Melanie aceptó encantada, la casa de sus padres estaba algo alejada del centro de la ciudad y le esperaba un largo camino a casa.

Al llegar a la entrada del piso de Mike, olía a comida, y olía genial "Oh dios, Mike, con el hambre que traigo y me recibes con estos olores" llamó a la puerta y Mike le abrió.

Mike: -Buenas, ¿Qué tal?
Melanie: -Bien, pero estoy totalmente hambrienta, si no me pones ya la comida me voy a comer un brazo... por cierto toma, tenías el buzón lleno de cartas...
Mike: -Gracias, siéntante, hay pasta carbonara.



Mientras miraban las noticias, después de acabar la comida, se pusieron a hablar de las entrevistas. A Mike también le gustó bastante la última oferta, parecía un buen trabajo.

Mike: -Voy a ver el correo, me parece raro que me instalara hace dos días y ya lleguen cartas.
Melanie: -A lo mejor son del anterior dueño.

Mike abrió una carta que pesaba algo más que las demás. El sobre era de un papel bastante bueno, y los papeles de dentro igual. Se fijó en que tenían una marca de agua, al mirarlo a tras luz vio un logotipo "Alguna empresa, supongo... espero que no sea propaganda". Dentro se encontró con una carta de bienvenida al edificio de parte del presidente de la comunidad y el resto de vecinos.

Mike: -Vaya, qué calidad eh, una carta del presidente de la comunidad dándome la bienvenida. Pero esto estará mal, viene a nombre de un tal Duncan Collins.
Melanie: -Qué raro. Si hay buzón de vecinos u oficina deberías ir a hablar con ellos.

***

Pasada una semana, Melanie ya estaba decepcionada y pensaba que no la llamarían para confirmarle ninguno de los trabajos. Mientras estaba en la ducha, le sonó el teléfono, y salió a cogerlo.



Melanie: -¿Diga?
Voz al teléfono: -Buenos días, le llamo desde Le Gacette. ¿Es usted Melanie?
Melanie: -Sí, soy yo. - aguantó la respiración... ¡¿le llamaban para contratarla?!
Voz al teléfono: -Mi nombre es April Young. Llamo para comunicarle que ha sido usted seleccionada para el trabajo por el que se le entrevistó. - Melanie se tapó la boca, ahogando un grito.
Melanie: -¡Que buena noticia! Muchas gracias, de veras.
April: -Nos gustaría que viniera hoy al medio día para explicarle bien las funciones en el puesto y si está de acuerdo, firmar contrato.
Melanie: -Claro, hoy al medio día estaré allí.
April: -Hasta luego y buenos días, señorita Stevens. - y colgó. "Joder que rancia, no me ha dejado ni decirle adiós..."

Melanie terminó de ducharse y salió contentísima del baño. Le contó a sus padres lo que le habían dicho por teléfono y se alegraron mucho. Luego fue a contárselo a Mike.

Melanie: -¡¡Hoy firmo contrato!! ¡¡Tengo trabajoooo!!
Mike: -Me alegro mucho por ti Mel, felicidades.



Mike: -¿Para cual de los tres?
Melanie: -¡Para el mejor! El de la revista semanal.
Mike: -Uau, eso es bueno Mel, muy bueno. ¿Lo celebramos? - y la miró con deseo.
Melanie: -Oh Mike, lo siento, es que acabo de ducharme y de peinarme y si... - Mike la abrazó y empezó a besarle el cuello. - Mike... voy a ir echa un desastre.
Mike: -Después del sexo estás preciosa, así irás más guapa.
Melanie: -Pero mi peinado... - Mike siguió besándole el cuello. - Oh por dios, así no puedo razonar...
Mike: -Te puedes volver a arreglar aquí. - ella se rindió y se dejó hacer.



Once y media.

Melanie: -Maldita sea, no logro colocarme bien el pelo...
Mike: -Con esos mechones sueltos estás bastante mejor que con el pelo perfectamente recogido. Seria pero no demasiado. - Melanie le hizo una mueca.
Melanie: -Ni que fueras asesor de imagen...
Mike: -Yo te veo perfecta. Venga te llevo.

Mike la dejó en la puerta del edificio a las doce menos cinco. "Qué rapido conduce este hombre...". Con paso firme, entró en el edificio. En la entrada, había un mostrador con una chica rubia platino perfectamente arreglada y maquillada.

Rubia perfecta: -Buenos días, mi nombre es April. ¿En qué puedo ayudarle?
Melanie: -Buenos días, tengo una reunión para firmar un contrato.
April: -¡Oh! Usted debe ser la señorita Stevens. Planta dos, por favor. El último despecho del pasillo. Espere en los asientos del pasillo y la llamarán.
Melanie: -Gracias.



El ascensor tenía un hilo musical.



Al salir al pasillo, todo era impecable. "Joder, qué pasada... la oficina en la que me entrevistaron no era tan lujosa". Se sentó en los asientos - muy muy cómodos - y esperó.



Un par de minutos más tarde - que se le hicieron infinitos - se abrió la puerta. Salió un hombre alto y la llamó.

Señor: -¿Señorita Stevens?
Melanie: -Sí, puede llamarme Melanie.
Señor: -Melanie, pase por favor.




> Próximo capítulo: ¿Dónde hay que firmar?

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